Noche de sábado. Fiesta. Una mirada. Un segundo. Leve sonrisa. Otra mirada. Aceleración espontánea del corazón. Beber un poco de vodka. Otra mirada. Se acerca. No para de observarme. Corazón a mil palpitaciones por segundo. Sonrisa. Caricia en la mejilla. Invitación a bailar. Más miradas. Sus ojos hacen que se detenga el tiempo. La música nos envuelve. Otra sonrisa más. Imperceptible acercamiento. Estamos a pocos centímetros. Sus labios rozan los míos. Me abraza levantándome levemente del suelo. Otra sonrisa. Vuelve a rozar mis labios. La música continúa. Me mira. Se detiene el tiempo. Me besa. Fin del sueño. Vuelvo a la vida real. Donde realmente estoy rota por dentro.


No hay comentarios:
Publicar un comentario